Cómo cuidar tus joyas


Una joya puede durarte toda la vida y lucir como el primer día con los cuidados adecuados.

La pérdida de brillo o el oscurecimiento de la plata son procesos totalmente naturales y que se producen por oxidación, nuestra propia transpiración o el ph de nuestra piel pueden acelerar este proceso.

Rodiamos todas nuestras joyas lo que hace que brillen más y evita el oscurecimiento, pero aún así, si ves que tu joya ha oscurecido frótala muy suavemente con un paño suave.

Evita rociar tus joyas con perfumes, colonias, aceites, cremas o productos de limpieza. Son productos químicos que pueden afectarlas. Por ello es preferible que utilices los cosméticos antes de ponerte las joyas.

Evita utilizar tus joyas en la ducha, en el mar o en la piscina, el cloro y el salitre dañan las joyas.

La plata dorada y rosé lleva un baño de oro de 18 kilates mientras que la negra se somete a un rodiado de este color. No podemos garantizar que este baño dure eternamente puesto que estas piezas son más delicadas y podrían perder algo de color con el paso del tiempo, la transpiración corporal o el propio ph de la piel pueden acelerar este proceso, por ello es importante que cuides especialmente estas joyas.

Y por último, guardar tus joyas correctamente es esencial para garantizar su durabilidad. La mejor opción es siempre su caja o un joyero con compartimentos separados para cada joya y un lugar fresco y seco (evita guardarlas en el baño).